El yoga apareció en mi vida gracias a mi hermano Nicolás. Imagino que ya intuía en cierto modo todo lo que iba a suponer para mí, lo que iba a ayudarme a sanar, a vencer todos aquellos desequilibrios que me habían llevado a estar completamente desconectada de mi esencia durante muchos años.
Ahí comenzó el camino a través del que ir puliendo, expandiendo y soltando todas esas capas y personajes con lo que solemos cubrir lo más puro y verdadero de nuestro ser. El yoga me ha ayudado a adoptar un estilo de vida más consciente, a aceptarme con luces y sombras, a situar en perspectiva los problemas, a confiar en mi misma y a desarrollar la voluntad y las ganas de dar lo mejor de mi cada día. Este proceso personal ha conformado mi manera de vivir y me ha ayudado a definir mi propósito.
Practico a diario desde los inicios, muchos maestros y formaciones, viajes a India, mucha práctica personal… años de aprendizaje y experimentación que me han permitido ir profundizando hacia planos cada vez más sutiles en la práctica, y es desde ahí, desde mi propia experimentación que comparto todo aquello que me ha transformado de forma integral.
Cuando empecé a tomar consciencia mi propia transformación y sanación, sentí que compartirlo con otras personas era uno de los principales motivos de mi existencia: acompañar a otras personas en su proceso de autodescubrimiento y evolución personal, a través de diferentes herramientas que han transformado mi vida de forma integral : yoga, meditación, autoconocimiento, alimentación y estilo de vida consciente…
Como maestra de yoga y meditación, apasionada de la alimentación saludable e intuitiva y fiel defensora de un estilo de vida consciente, mi camino y mi propósito vital no es otro que acompañar y sostener en procesos hacia una mayor plenitud, bienestar y presencia.